“… y si no me quejo del dolor, es porque no es dado a los caballeros andantes quejarse de herida alguna, aunque se le salgan las tripas por ella.”.
(Cap. VIII, 1ª parte de “El Quijote”)
Todavía resuenan en mi mente tus resuellos que me llegaban a través del teléfono cuando ayer a última hora estaba hablando contigo mientras pedaleabas. No voy a descubrir, a estas alturas, que me tienes ganado con tu ilusión y arrojo, pero cuando escuchaba tu respiración entrecortada algo se me removió en mis adentros. Tampoco voy a decir que al oírte en pleno esfuerzo hice mío tu sufrimiento; sería algo banal, muy bonito y literario, pero que como es lógico no es real. Lo que sí puedo asegurarte, amigo Elías, es que cuando te escucho cada día me siento halagado con compartir tu experiencia y poder ser portavoz de tus andanzas.
Y tras dejar atrás la región manchega te adentras en el histórico Aragón. Y lo haces por la provincia de Teruel, principiando a través de la Sierra de Albarracín (dentro de la Cordillera Ibérica). Por esos lares has tenido como testigos de tu paso ríos importantes como el Júcar y el Cabriel; y has podido disfrutar del lugar donde nace el río más estirado de la Península Ibérica. Has visto el parto natural del Tajo que a lo largo de más de mil kilómetros recorrerá España y Portugal hasta fusionarse con el Océano Atlántico.
En el municipio de Frías de Albarracín y en sus alrededores existen muchos lugares interesantes, entre ellos algunas fuentes naturales, curiosidades de la naturaleza y hasta rarezas. Algunas de estas peculiaridades parecen estar puestas en estos lugares como intuiciones de la naturaleza a sabiendas de tu llegada. Si no, como podemos explicar la existencia de un pino con una forma especial que es conocido por los lugareños como el “árbol de la H”. ¡Qué casualidad!, teniendo tu origen en Herencia, que llegues al paraje donde encontrarte con un árbol con esa letra.
Y por si fuera poco, otra coincidencia más. Nuestro héroe Elías García se encuentra con el nacimiento de uno de los ríos más colosos de nuestra orografía; pues bien, el Tajo nace en la denominada Fuente García. Los grandes intérpretes de esta conjunción historia-geografía parecen unirse por un destino impredecible.
Y termina esta quinta etapa. Complicada.
¡Mañana será otro día!
Por Ángel Martín-Fontecha Guijarro
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