Perlé en Hanoi, Vietnam
Sábado, 6 de Octubre de 2018 al viernes 2 de Noviembre de 2018
“Tenemos que ayudar.
Tú, yo, todos,
cada uno en la medida de sus posibilidades.
Tenemos que aportar nuestro grano de arena
para que esta locura no siga avanzando.”
De “El tiempo entre costuras” María Dueñas
Con dolencias en tu tobillo que te dificultaban seguir con tu avance aventurero me despedí de ti en la última crónica. Los cuidados de profesionales sanitarias del lugar aligeran tu mal y te preparan para continuar con tu marcha hacia el norte de Vietnam.
Perlé por el mundo. Etapas 436, 437, 438, 439, 440, 441 y 442.
Puesto en marcha reinicias tu progreso aventurero por la geografía vietnamita. Durante unas jornadas atraviesas la provincia de Ha Tinh, una de las provincias más pobres de Vietnam. La pobreza hay que atribuirla a las duras condiciones físico-climáticas como el frío severo en invierno y calor extremo en verano, inundaciones y tormentas cada otoño y el suelo desfavorable y los escasos recursos naturales.
Pasas junto a la ciudad de Vinh a los pies de la Montaña Quyet y donde se encuentra el Templo de Hong Son.
Junto a Penélope, pedaleas al margen del río Song Ma, cercano a la ciudad de Thanh Hóa. Esta localidad quedó casi completamente destruida por los bombardeos de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam, fue reconstruida desde entonces y se convirtió en una de las ciudades más pobladas de la región.
Llegas a la ciudad de Ninh Binh junto al Delta del Río Rojo. Esta pequeña ciudad fue un importante enclave militar francés en la guerra chino-francesa en 1884.
Este enclave tuvo su relevancia histórica en el siglo X, durante el reinado del rey Dinh Tien Hoang. Del siglo XIX es la catedral de Phat Diem , clasificada como una de las iglesias más hermosas de Vietnam, con una mezcla de arquitectura occidental y oriental. Está construida completamente de piedra y madera. Además en Ninh Binh se encuentra la Pagoda de Bai Dinh, la más grande del sudeste asiático.
Su importancia económica es muy interesante, teniendo un gran potencial en la industria de producción de materiales de construcción, como ladrillos o cemento y materias primas para otras industrias.
Descansas unos días en la ciudad de Ninh Binh donde conoces a dos primatólogos (persona que es especialista en el estudio de los primates) españoles, en un Parque Nacional (el Endangered Primate Rescue Centredonde) están intentando le reintroducción de algunas especies de monos en peligro de extinción. Experiencia muy interesante y muy agradecido de la posada que estos españoles te ofrecieron tan desinteresadamente.
Perlé por el mundo. Etapas 443, 444 y 445.
Tras tu salida de Ninh Binh te diriges hacia la capital de Vietnam, Hanoi.
Unas jornadas en plena naturaleza hasta alcanzar la gran metrópoli vietnamita. Me quedo con tu poética reflexión:
“Esos sitios donde no hace falta retrovisor…
Donde no hay camiones, ni humo, ni ruido.
Donde no hay gente.
Donde no hay distracciones.
Dónde ir en bici se convierte en la mejor meditación”.
Y así alcanzas la ciudad de Hanoi, capital de Vietnam y la segunda ciudad más grande del país tras la ciudad de Ho Chi Minh.
Entre 1010 y 1802 fue el centro político más importante de Vietnam pero durante el período de gobierno de la dinastía Nguyen (1802-1945) resultó eclipsada por Hue, la capital imperial, no obstante entre 1902 y 1954 Hanoi fue la capital de la Indochina francesa. Posteriormente fue la capital de Vietnam del Norte de 1954 a 1976, para, tras la victoria del Norte en la guerra de Vietnam, convertirse en la capital de un Vietnam reunificado (2 de julio de 1976).
Llegado a la capital vietnamita debes enfangarte en los pesados trámites burocráticos con vistas a tu próximo paso a la inmensa China. Como ya te estás dando cuenta la burocracia de la gran potencia asiática es muy farragosa por lo que tienes que ir con mucho cuidado en todos las gestiones para en un futuro “no pillarte los dedos”.
Tu estancia en la Hanoi está siendo muy interesante y compleja por la sucesión de acontecimientos que te tienen como protagonista. En primer lugar trabajando a tiempo parcial en un proyecto de la Unión Europea destinado a la inclusión de las personas sordas. Estás aprendiendo el lenguaje de signos y descubres, cosa curiosa, como cada país tiene su particular alfabeto de signos y, por supuesto, además el lenguaje de signos internacional que se quiere implantar en todos los lugares.
Así que en este proyecto conoces a numerosas personas, en un porcentaje alto con sordera, que vienen de lugares tan diferentes como Guadalupe (en el Caribe), India, Nepal, Benin (África), Grecia y, por supuesto, España.
No tengo por menos que hacer un paréntesis en la narración de tu aventura para, una vez más, mostrar mi asombro ante tu capacidad de adaptación a cualquier lugar o situación que se te presenta. Nuestro Perlé herenciano participando en un proyecto para ayudar a las personas sordas. Nuevamente, y por enésima vez, sólo puedo admirarme y decir que es “impresionante”.
Además de la experiencia consigues una estancia, más que apacible, en las dependencias del hotel donde se desarrolla el proyecto.
Has conseguido arreglar todo lo referente a tu pasaporte por lo que en breve seguirá pedaleando hacia la China, aunque para completar tu visado necesitas de otras gestiones paralelas: te solicitan el “status bancario” (es decir que tienes los euros mínimos para una estancia prolongada en el país), has de presentar reservas hoteleras para todas las noches que estés en China (obviamente esas reservas las irás cancelando pero el trámite es complejo), seguro médico…
Así que a tu actividad cotidiana has de añadir todo los abrumadores preparativos para la entrada en el nuevo país.
Pasas la globalizada celebración de Halloween en Hanoi. Impresionado te muestras cuando ves a la chiquillería vietnamita subyugados ante la tradición del “truco o trato”. Al no tener tú disfraz terrorífico, tu traje de Perlé se convierte en un atractivo más para la víspera del día de todos los Santos.
Antes del inicio de tu actividad en el proyecto social conociste a un lugareño que te invitó a conocer su localidad. Así lo hiciste y junto con este señor de 75 años conociste su pueblo local y compartiste amena conversación, en francés. Tu particular anfitrión te mostró los encantos de la zona y conociste, por información de vecinos, que este hombre había trabajado como espía tanto en guerra del Vietnam contra los franceses como, posteriormente, en la guerra contra los Estados Unidos.
“Interesante tipo, misterioso y curioso”.
Y, por supuesto, sigues con tu cruzada contra la inmisericorde contaminación por culpa del exceso uso de los plásticos. Colaboras en Hanoi con unos jóvenes pertenecientes a una asociación que limpia las playas y los espacios públicos vietnamitas, intentando concienciar a la población del abuso de las prácticas contaminantes en nuestra vida y actividad cotidiana.
Despido esta sucesión de etapas reparando en las fotografías de la fauna local que me envías. Anteriormente mostré la imagen de esos simios del Parque Nacional, pero muchos otros salen a tu encuentro, incluso formando parte de la gastronomía del lugar.
Y entre estas etapas de la fauna autóctona, este rebaño te rememora el encuentro del hidalgo Don Quijote con uno similar por caminos manchegos al que confundió con un numerosos ejército.
Por supuesto, tus dotes gastronómicas, tan demostradas a lo largo de tu aventura, sigue haciendo las delicias allá por donde discurres.
Por último, me encanta esta imagen del niño vietnamita con las canicas. Al final, a miles de kilómetros, las diversiones infantiles no son tan diferentes. No he tenido por menos que acordarme de aquellos años donde jugábamos a “las bolas” en cualquier hueco ajardinado de la Plaza de Herencia o en cualquier calle arbolada.
Un fortísimo abrazo, amigo Elías.
Por Ángel Martín-Fontecha Guijarro
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